Biografía: Bogotá. Estudió literatura en la Universidad Javeriana. Redactor del semanario Cromos. Ha hecho crónicas y reportajes para Diners, Credencial, La Hoja de Bogotá, Shock, y otras revistas colombinas. Actualmente, es redactor del diario El Tiempo.
Resumen:
En Bogotá hay cerca de 400 compraventas de ropa usada. La Plaza España es el sitio más tradicional para ir a vender o comprar prendas que otros ya se pusieron. Chapinero la sigue de cerca. Debajo de la Caracas con 60, más al sur de la ciudad, en los barrios Galán, Restrepo y Kennedy, también hay decenas de bogotanos que se le miden al dispendiosa labor de vender ropa usada.
El secreto no está en comprar a peso para vender a dos, a tres, a cinco o a diez. Se pueden pintar chaquetas y pantalones para atenuar el paso del tiempo. A veces, hay que cambiar botones par modernizar un poco rellenar algún hueco peligroso.
Las New Waves de la Moda
Libardo nació en Neiva hace tres cuartos de siglo y desde hace quince años, un compraventa de ropa usada en la Plaza España. El día en que Libardo Meneses leyó en la prensa que los gringos querían aprovechar el Tratado de Libre Comercio para vender su ropa usada en Colombia, perdió la poca tranquilidad que le quedaba sobre su porvenir económico.
Hubo un tiempo en que la venta de ropa usada se volvió una fuerte moda juvenil.
Bastaría con imaginarse el recorrido de una de estas prendas para vivir una larga aventura urbana de amores, desamores, y tiempo crudo como la carne humana.
Vocabulario:
- Dispendiosa: Gasto innecesario y excesivo de tiempo o dinero.
- Chompa: Prenda de vestir de lana o de punto que cubre desde los hombros hasta la cintura.
- Trajín: Llevar mercancías de un lugar a otro.
- Enhiesto: Levantado, derecho, erguido.

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